La crianza de los hijos es un trabajo complicado en el mejor de los casos, pero con un diagnóstico de cáncer de mama, se vuelve más difícil. Hay que tener mucha paciencia porque el cáncer de mama afecta a toda la familia, especialmente a los niños. Cuidando a sus hijos mientras manejas las demandas físicas y emocionales del tratamiento puede ser demasiado.
Un día leí las siguientes palabras en un grupo de apoyo para el cáncer de mama:
Realmente golpeó un acorde conmigo. Estas fueron las palabras dolorosas de una mamá que se desahogaba sobre lo difícil que es ser madre con un diagnóstico de cáncer de mama metastásico. Empecé a llorar porque vi un poco de mí en esas palabras. El cáncer de mama es difícil para cualquier madre y especialmente una madre soltera.
Cuando me dijeron que tenía cáncer de mama, era una madre soltera y discapacitada con una nena de 4 años. Yo la crié sola desde que era un bebé y teníamos una rutina diaria que funcionaba bien para nosotras. En esos días ella estaba en preescolar. Yo no manejaba, así que caminamos varias cuadras por la ciudad hasta la estación de tren para llegar ahí. Convertí en una aventura a nuestras caminatas de ida y vuelta y también los viajes por tren. Éramos muy activas. Usaba un portabebés en todas partes, en las tiendas, en la biblioteca y también en las protestas y manifestaciones.
Cuando me colocaron el ”port” para recibir quimioterapia, tuve que dejar de cargar a mí nena. Lloré mucho sobre la falta de esa conexión. Adoraba absolutamente la sensación de comodidad y seguridad entre madre e hija. Teníamos una relación amorosa y divertida y el cáncer de mama lo arruinó.
¿Y ahora qué hago?
Muchos pensamientos cruzaron por mi mente cuando me diagnosticaron con cáncer de mama, tales como “Me voy a enfermar mucho y tengo miedo de no ser una buena madre como lo fui antes”.
Ya estaba lidiando con muchas cosas mientras vivía con el trastorno bipolar. No sabía pedir ayuda. Yo era una mamá soltera e independiente que tenía todo bajo control. Ahora me enfrentaba a un diagnóstico de cáncer de mama metastásico con tratamientos que durarán toda mi vida.
Tres consejos para superar esto:
#1. Pide ayuda práctica.
Aprendan a hablar con sus amigos y familiares sobre maneras específicas en que les pueden ayudar.
No asumas que ellos saben ayudar. Yo tuve personas que se sintieron incómodas con mi diagnóstico de cáncer y otras que me ayudaron sin pensarlo dos veces. Le di permiso a mi mejor amiga para que recogiera y dejara a mi hija en la escuela. También me llevó al tratamiento incluso cuando yo discutía y le decía que podía tomar el autobús. Después de mi primera ronda de quimioterapia, me di cuenta de que no podía llegar sola. Me asuste porque tuve muy enferma. Mi cuñada renunció a su trabajo en Nuevo México y se mudó a mi departamento por dos meses para ayudar a cuidar a mi hija. También me ayudó con la limpieza y con el mandado, cuando no podía hacer nada más que descansar. Otra amiga se encargó de que nuestros amigos mutuos y miembros de la comunidad prepararan comidas para mi familia. Esto fue muy útil durante un momento difícil.
#2. Para mantener la conexión con tus hijos, modifica tu rutina.
Es importante ser honesto con sus hijos sobre lo que está sucediendo, pero también hay que mantener un sentido de normalidad y rutina como sea posible.
Yo encontré otras formas de pasar tiempo con mi hija porque ya no podíamos hacer nuestras aventuras diarias durante los meses de quimioterapia. Mientras descansaba, le pedí que viera programas animados desde mi cama o que tuviera algunos materiales de arte cerca y que dibujara a mi lado. Mantuvimos la misma rutina a la hora de dormir, leíamos un cuento o cantábamos una canción, para mantener esa familiaridad durante un momento de miedo. Usé palabras apropiadas para su edad para hablar de cáncer con ella. También la inscribí en un preescolar terapéutico para ayudarla a aprender a sobrellevar los momentos difíciles.
#3. Hay que hacer tiempo para el cuidado personal.
Cuidarse a uno mismo es crucial para mantener la salud física y emocional, y puede ser difícil encontrar tiempo para el cuidado personal cuando también cuidan a los niños. Sin embargo, tomar un tiempo para uno mismo, aunque sean solamente unos minutos al día, puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y el bienestar.
Busque terapia si tiene problemas con sus emociones. Yo estaba en terapia, así que continué yendo durante el tratamiento. Necesitaba un espacio seguro para procesar mis emociones. Aunque se siente difícil, participe en el cuidado personal. Mira un programa de televisión divertido, haz algo creativo o puedes bañarte si tienes energía para eso.
Criar a los hijos mientras uno tiene cáncer de mama es un desafío excepcional. Si buscan el apoyo de la familia, los amigos y la comunidad, si encuentran las maneras de mantener la conexión y también hacen tiempo para el cuidado personal, los padres con cáncer de mama pueden seguir siendo los cuidadores amorosos y comprensivos que sus hijos necesitan. Con el apoyo y los recursos adecuados, se puede navegar esta situación difícil.